El último día del año 2023 no trajo consuelo para los habitantes de Nuevo León, ya que el nivel de las presas continúa siendo motivo de inquietud. De acuerdo con la información proporcionada por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la mayoría de las presas muestran una falta de mejoría, planteando serias dudas sobre el futuro del abastecimiento de agua en la entidad.
Alarmante Disminución del 3.51%
Los números revelados por la Conagua señalan una situación preocupante en la presa La Boca, ubicada en el municipio de Santiago. Comparado con el 30 de noviembre, este embalse ha experimentado una disminución del 15 al 11.49 por ciento de su capacidad de almacenamiento. Esta abrupta reducción, equivalente a 4.53 millones de metros cúbicos, refleja una tendencia alarmante con una disminución del 3.51 por ciento en tan solo un mes.
Un Leve Respiro, Pero ¿Suficiente?
La presa Cerro Prieto, ubicada cerca de la cabecera municipal de Linares, muestra una leve mejoría. Aunque registró un aumento del 0.75 por ciento en su llenado, pasando del 10.52 al 11.27 por ciento, las cifras de almacenamiento aún generan incertidumbre. Con un aumento de 31.56 a 33.81 millones de metros cúbicos, la pregunta que persiste es si esta mejora es suficiente para contrarrestar la preocupante escasez de agua.
Expectativas para el 2024:
A pesar de las preocupaciones actuales y los cortes de agua frecuentes en distintas colonias del área metropolitana, las esperanzas se centran en un panorama diferente para el 2024. Sin embargo, la incertidumbre persiste, y la comunidad espera ansiosamente cambios significativos en la gestión del agua y las condiciones climáticas que permitan la recuperación de los niveles de las presas.