El gobierno de Nuevo León ha emitido una segunda declaratoria de emergencia por el desabasto de agua, evidenciando la persistencia de un problema que afecta a la región. Las presas de Cerro Prieto, La Boca y El Cuchillo muestran niveles críticos, con almacenamientos entre el 7.7% y el 41.9%, desencadenando esta acción gubernamental.
Niveles Críticos en Presas: Causas y Efectos de la Sequía
La falta de lluvias ha llevado a niveles históricamente bajos en las presas de Nuevo León. Con solo el 34.1% del volumen total de agua disponible, el estado se encuentra en la cuarta etapa de emergencia, según los lineamientos de la Comisión Nacional del Agua. Esta es una señal preocupante de una sequía prolongada y un desafío hidrometeorológico.
Historial de Estrés Hídrico: De 2015 a 2020
El decreto destaca que Nuevo León ha enfrentado un estrés hídrico durante varios años. Entre 2015 y 2020, las principales presas en la entidad no alcanzaron su capacidad máxima, oscilando entre el 63% y el 85%. El 2021 marcó un mínimo crítico, con un 30% para la presa Rodrigo Gómez y un 10% para Cerro Prieto. La región hidrológica administrativa 6 Río Bravo fue catalogada en 2020 con un 74% de presión alta en el consumo del agua.
Desafíos Futuros: Cambio Climático y Crecimiento Poblacional
El decreto también señala los desafíos futuros para Nuevo León, incluyendo proyecciones de cambio climático que prevén incrementos de temperaturas y reducciones de precipitaciones para 2030. Estos escenarios agravarán las vulnerabilidades por estrés hídrico, especialmente ante un crecimiento poblacional acelerado.
La situación actual en Nuevo León revela la gravedad de la escasez de agua y la necesidad urgente de medidas sostenibles. La coordinación entre el gobierno, la sociedad y los sectores industriales será crucial para abordar este desafío a largo plazo y garantizar la seguridad hídrica en la región.