El proceso de reestructuración del transporte público en Monterrey enfrenta desafíos significativos, ralentizando la implementación de mejoras y afectando la eficiencia del servicio para los usuarios. La burocracia en la recepción y puesta en marcha de nuevos camiones, los trámites involucrados, y la falta de estaciones de gas natural vehicular son algunos de los obstáculos identificados.
Un empresario del sector compartió que agregar un camión implica trámites complejos como placas, seguros, y asegurar que esté en óptimas condiciones. Además, surgen temas como la capacitación de choferes, la gestión sindical, y la logística de pago, lo que contribuye a un proceso más largo de lo deseado.
Reestructuración y Desafíos
El plan estatal de reestructuración incluye la renovación con camiones menos contaminantes, un rediseño de rutas y un sistema de trasbordos para reducir los tiempos de viaje. Sin embargo, al cierre de 2023, solo 79 de las 298 rutas o ramales se habían incorporado al nuevo esquema, según el Instituto de Movilidad.
El modelo propuesto requiere que el gobierno asuma el control de los ingresos de las tarifas para pagar a los transportistas por kilómetro recorrido. No obstante, este cambio en la gestión de ingresos no ha sido completamente implementado.
Operación Actual
Actualmente, coexisten tres esquemas de operación: el tradicional, operado por transportistas; las Rutas Exprés, operadas por el Estado; y las rutas ya incorporadas a la reestructura, operadas por transportistas pero administradas por el Gobierno. Cada una tiene diferentes tarifas y métodos de pago.
Desafíos Adicionales
El suministro de gas natural vehicular (GNV) también presenta desafíos, ya que los camiones deben cargar en puntos específicos con opciones limitadas. Además, la logística de asignación de unidades y la entrega-recepción de camiones son procesos que añaden complejidad y tiempo al proceso de modernización.
Silencio de las Autoridades
A pesar de las preocupaciones de los usuarios sobre la falta de mejoras en el servicio, el Secretario de Movilidad, Hernán Villarreal, no abordó el tema ni respondió a las solicitudes de entrevista. La reestructuración del transporte público en Monterrey enfrenta múltiples desafíos, desde trámites burocráticos hasta logísticos, lo que ha generado una implementación más lenta de lo esperado y un impacto directo en la calidad del servicio.