Cuando creíamos que en 2022 habíamos experimentado una sequía extrema, la de este año llegó a dejarnos sin palabras, ya que, a menos que llueva en los próximos días, la Presa La Boca se quedará sin una gota.
Urge que un milagro meteorológico azote con lluvias al estado de Nuevo León, porque de no ser así, estaremos en el punto más alto de crisis hídrica que hemos experimentado. A pesar de las promesas de Samuel García de contar con agua “de sobra” en la canícula de este año, las cosas se ven cada vez más críticas para la preservación de este valioso recurso.
Este lunes entraron en operación las bombas flotantes de la Presa Cerro Prieto debido a que esta ya alcanzó un nivel de agua crítico y una categoría de emergencia estatal, provocando la necesidad de aplicar extracción emergente. Con 31,375 millones de metros cúbicos de llenado, Cerro Prieto se encuentra en un 10.13% de su capacidad de almacenamiento, mientras que La Boca, con 5,913 millones de metros cúbicos está en un 17% de su capacidad, y El Cuchillo cuenta con un 44.36% de llenado, equivalente a 498,255 millones de metros cúbicos. La Presa La Boca es la que se encuentra en mayor riesgo, ya que el conteo hacia su sequía total es de pocos días.